sábado, 25 de septiembre de 2010

Rush: la llegada del supertrío y un manejo que raya en la estafa

Para quienes hace años que esperan que Rush visite la Argentina (hace 30 que los escucho y su bajista Geddy Lee es uno de los culpables de que yo haya empezado a hacer bajos), se cumplió un sueño: Tocan el 15 de octubre.

Pero lamentablemente hay una serie de irregularidades alrededor de este recital que empañan fuertemente la alegría.

Primero, resultaba extraño que se supiera la fecha desde hace meses pero que no se supiera el lugar donde iban a tocar.

A principios de agosto se publicó en la página oficial de Rush el lugar donde tocarían: Desarrollo al Río, en Vicente López. ¿? La única referencia que pude sacar del lugar fue que ahí se había presentado Le Cirque du Soleil. Pero las entradas no salían a la venta. Incluso conocí alguien que se fue hasta el lugar para ver si podía comprar la entrada y se encontró con un descampado en el que no había nada.

A principios de septiembre empezó a correr el rumor de que iban a tocar en GEBA, donde entran en teoría cerca de 15000 personas.

Ahora bien, en esta gira en Brasil van a hacer dos fechas, una en el estadio Morumbi, en San Pablo, donde caben 67000 personas y otra en el Estadio Praça da Apoteose, en Río de Janeiro, donde entran 90000 personas.

Después de Argentina se van para Chile, donde tocan en el Estadio Nacional, en Santiago de Chile, donde caben 49000 personas.

¿Acá van a tocar sólo para 15000? Van a tocar su disco más famoso completo, Moving Pictures, que cumple 30 años desde que salió.

Por la razón que fuera, la productora que los trajo se conformó con eso, mientras se siguen haciendo recitales en River, por ejemplo. Yo creo que no tienen idea de lo que están haciendo y que podrían haber metido mucha más gente, pero ellos son los que saben hacer plata, no yo, así que me concentré en sacar la entrada ni bien salieran a la venta.

Primeramente había dos tipos de entrada: campo “vip” y campo común, o sea, cerca y lejos. Acá está el planito que se publicó en ese momento


Cuando finalmente las entradas se comenzaron a ofrecer, hubo un preventa exclusiva para clientes del Banco Francés del 15 al 22 de septiembre. Las entradas sólo se podían comprar por Ticketek, que cargaba $80 por su ¿gestión?

El 22 a la mañana Ticketek mágicamente estaba sin sistema (sólo para vender entradas para Rush, no para los demás espectáculos). Cuando finalmente pude por fin comprar mi entrada (en realidad un regalo de mi mujer), a las dos o tres horas veo en la página de Ticketek que se habían cambiado todas las ubicaciones. Incluso se habían asignado ubicaciones con sillas (sentarse para ver y escuchar a Rush es para mí algo extraño, por más muchos de quienes vamos a verlos pasamos los 40 largos)

Acá está el plano nuevo



Como se puede ver, el porcentaje de campo vip respecto del campo común cambió exactamente al revés, antes había mucho más campo común y ahora hay mucho más campo vip. Y todas las entradas de campo vip siguen costando lo mismo (casi el doble que las de campo común)

O sea que toda la gente que hizo el esfuerzo de guita para ver de cerca a la banda y dependía sólo de llegar temprano para tener una ubicación buena, fue reasignada según se le cantó a los organizadores (en teoría por orden de compra, lo que significaría que quienes compraron por Banco Francés tienen una mejor ubicación) y los que igualmente hicieron el esfuerzo (porque ninguna entrada era barata) para verlos aunque sea de lejos en campo común, fueron empujados hacia los costados y el fondo.

Y grupos de amigos que pensaban que iban a verlos juntos pero que sacaron la entrada en diferentes momentos, van a tener que verlos en diferente ubicación.

Por supuesto que llamé a Ticketek para averiguar por qué había pasado eso y ni siquiera me pasaron con alguien de atención al cliente, y me dijeron que la productora que trae a Rush tomó la decisión. No me quisieron dar el nombre de la productora, que tuve que averiguar a través de Internet: T4F o “Time for fun”

Averigüé el teléfono de la productora y llamé, pero ni tienen atención al cliente y me dijeron que me tenía que comunicar con Ticketek.

Yo veo dos posibilidades:

Una es que simplemente la productora se dio cuenta de cómo volaban las entradas y, viendo que había apostado poco, ahora quiere sacar el mayor rédito posible sin importarle la gente.

La otra es que todo esto tenga que ver con las medidas ridículas e inoperantes que está tomando el Gobierno de la Ciudad como “solución preventiva” a causa de los lamentables accidentes sucedidos en lugares públicos.

Mis disculpas, no estoy hablando de bajos, ni siquiera creo que esto le importe a muchos de quienes visitan mi blog, ya que se trata de una banda que a algunos les gusta y a otros no, pero mi indignación es tanta que tengo que decirlo.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuando vino depeche mode fue igual, son unos garcas

Ned Fornarolanders dijo...

Daniel, realmente fue una verguenza. Yo fui y tuve una platea vip (estaba a la derecha con lo cual el jazz bass de Geddy me partió la cabeza pero me impidió disfrutar del resto de la banda equilibradamente, aunque no me importó un pomo). La plateucha vip era una desgracia, los asientos de plásticos pegados uno a otro no justificaron la incomodidad, no solo nuestra sino también de la legendaria banda. Los musicos tuvieron el "privilegio" de que un tren pasara cada quince minutos por detrás del escenario. Creo que lo disfrutaban mejor los pasajeros. Tendríamos que haber comprado un boleto, tirarnos del tren sobre el escenario e ibamos a estar más cómodos. La organización fue un papelón. En un estadio a una popular a 150 se hubiera llenado abriendo la posibilidad de que volvieran a venir.
Yo no creo que lo hagan.
Tampoco creo poder ir a ver a Roger Waters con una entrada preferencial a casi 1000 dolares. Prefiero comprarme una yamaha cpx 900 y consolarme con eso.
Lamento dar verguenza con una banda que esperé que vinieran durante treinta años. Yo esperaba algo más glorioso, que le diéramos una lección de fanatismo, de devoción. Pero los que coreábamos las canciones, los que gritábamos lamentablemente fuimos los menos. El resto se limitó a observar cual canadienses. Al menos se hubieran ido contentos con los 12000 que fuimos si hubieramos saltado como adolescentes frente a Los jonas bros. Un papelon.
Ahora, para volver a verlos habrá que viajar a Santiago o a Porto Alegre.
Una lástima.
Y los de T4F: son unos irresponsables y no tienen cara. La verdad yo si fuera uno de los tres de la banda, los habría demandado.
Abrazo enorme!

Publicar un comentario