lunes, 20 de septiembre de 2010

Herrajes personalizados

Uno de los fundamentos del trabajo que hago en mis bajos consiste en realizar un diseño integral, en el cual cada pieza forme parte de un todo. Esto tiene una doble intención, tanto funcional como estética.

Siguiendo este concepto, la mayoría de los herrajes que llevan mis bajos son desarrollos míos exclusivos aplicados en ellos.

Sin embargo, esto supone mucho trabajo adicional que sería innecesario en el caso de comprar un accesorio hecho e instalarlo. La mayoría de las veces la suma del costo de materiales y el trabajo aplicado en ellos es mucho mayor que el valor de un accesorio estándar comprado en plaza.

En un tiempo el trabajo de mecanizado de las piezas lo hacía yo mismo (con métodos y máquinas demasiado artesanales); hoy tengo la suerte de haber encontrado quien me realiza ese trabajo respetando mis especificaciones a la décima de milímetro. No obstante, después de eso queda bastante por hacer, ya que el trabajo de mecanizado es el bruto de la pieza. Pongamos el ejemplo de las bases de mis puentes.

Estas piezas necesitan un pulido y suavizado previo de todas las superficies y aristas además de una tarea de limpieza antes de enviar a la fase de pintura horneable, para que esta se adhiera perfectamente a su superficie.

La característica que tiene esta pintura es que es un revestimiento en polvo que se aplica electrostáticamente y luego de hornea, proceso en el cual este polvo se funde y cubre perfectamente toda la pieza con un material de gran dureza.

Esta pintura es un recubrimiento muy resistente que se utiliza en general para piezas de gran tamaño que vayan a estar expuestas a mucho desgaste. Sin embargo no es simple aplicarlo en piezas de tamaño reducido, por lo que cuando las piezas llegan de la fase de pintura, vemos que sin bien han quedado bien cubiertas en toda su superficie, lamentablemente no lo han hecho de una forma pareja; algunas piezas quedaron con una superficie como marejadas (estas son la que quedaron bastante bien) y otras realmente se ven bastante mal.


Esta está bastante fea, pero tiene arreglo


Por lo tanto es momento de volver a ponerse a trabajar en ellas.

Lo que sigue es lijar las superficies para emparejarlas y dejarlas listas para el pulido.

Todas las superficies deben emparejarse. Lo que quede a la vista es importante que se vea bien, pero más importante aún es que tanto la superficie de esta pieza que apoya en el bajo (la cual no queda a la vista) como la superficie visible (donde va a apoyar el alza) permitan un íntimo contacto para que el sustain del instrumento sea perfecto.

Esta tarea debe llevarse a cabo con lija muy fina y con mucho cuidado, para no terminar pelando la pintura de la pieza y dejando a la vista el metal.



esta pieza todavía debe seguirse lijando hasta que su superficie quede pareja


de este modo


esta se pasó. Tiene que volver a pintura. Vuelta a empezar desde el principio, o sea, pelar toda la pintura y enviar a pintar nuevamente


luego del lijado pasamos a la parte de pulido, la cual va a dar la terminación


antes y después del pulido


La pintura, al cubrir toda la superficie, tapó también las roscas de fijación de las alzas, por lo cual hay que repasar nuevamente una por una


como se ve, realmente es bastante trabajo, pero el final es recompensado



Sin embargo es mayor el trabajo con las piezas que llevan una terminación de metal pulido, las cuales en general llevan un baño de oro. Aunque este es otro tema.

2 comentarios:

DSCustom dijo...

Cada día crece mas mi admiración hacia vos como persona y a tu trabajo Daniel.
Es increíble el grado de perfección y calidad que logras en tus trabajos.
Un abrazo

José dijo...

Capo, Daniel!!! Muy clara la explicación. Además, llegás a transmitir algo de la pasión con que hacés tus trabajos. Abrazo fuerte desde Comodoro.

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