Por lo tanto, decidí colocar algo entre el nácar y la madera que resaltara la diferencia.
Se me ocurrió comprar un tubo de acrílico negro, con diámetro interno de 6mm (en donde calzaría el círculo de nácar) y externo de 8mm, con lo cual quedaría un anillo negro de 1mm separando madera y nácar.
Fui a comprar el tubo de acrílico y me enteré que el único tubo que se fabrica es transparente, no hay negro.
Ya puesto en eso, y emperrado en mi idea, compré barra maciza de 8mm y decidí fabricar mi propio tubo.
Aquí tenemos el resultado del primer paso.
El siguiente problema se dio en la madera. El Zebrawood, si bien es una madera bastante dura, también es muy fibrosa, por lo cual hay que tener mucho cuidado al trabajarla para que no se arranque alguna fibra.
En general las dos cosas que hay que tener en cuenta para hacer un corte limpio en una madera son la velocidad del corte y el filo en la herramienta, por lo tanto tomé una mecha e hice un agujero a alta velocidad en una madera de prueba. Esta madera de prueba debe ser en lo posible sacada de la misma pieza que la que se piensa trabajar, ya que a igual madera pero diferentes zonas es muy probable que haya diferentes densidades y no se comporten del mismo modo.
Por lo tanto hice mi agujero en la madera de prueba y me di cuenta que la alta velocidad no le sienta bien al Zebra, lo quema en los bordes.
Supuse que sería superficial, por lo cual incrusté el tubo y lijé, pero por más que bajé la superficie, siguió apareciendo quemado adentro.
El resultado no fue el mejor, ya que si bien no quemó, las fibras de la madera se doblaron en el borde, dejando una imagen semejante a la anterior, menos bruta, pero aún inaceptable.
Aquí está el resultado. Un agujero perfecto.
2 comentarios:
esta bueno tu blog checa el mio
http://sinoesahora-cuando.blogspot.com/?spref=fb
Que buenos los bajos que fabricas. Me encantan.
Saludos.
Julio.
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