Disculpas por la inactividad del blog. El año pasado, después de algunos problemas que tuve, decidí volver a realizar el proceso de laqueado de mis instrumentos en mi taller. El problema que se me planteó fue el de siempre: ¿cómo lograr un espacio apropiado para laquear en medio de un taller en el que lo más abundante es aserrín volando? A partir de ese problema estuve muy ocupado investigando, diseñando y finalmente construyendo con mi hermano Diego una cabina de pintura presurizada dentro del taller. Eso me llevó muchísimo tiempo y entre otras cosas me impidió seguir con el blog (y me atrasó algunos instrumentos), pero era necesario hacerlo. En este momento ya está funcionando y han salido los primeros bajos laqueados de ella.
Aquí hay algunas fotos de su génesis
soldando y posicionando la estructura del piso
el capataz...
probando el soporte para los instrumentos
la cabina ya terminada
estos son los instrumentos antes de entrar…
y esta es la cabina transformada en estudio fotográfico con Patricia, la fotógrafa